santuario de fauna y flora los flamencos

This was a beautiful yet sad trip. The beauty of it was that we were fortunate to see 100+ flamingos near Camarones. As we headed out in the dug-out canoes, this large group of flamingos took off and circled above us again and again. The flock then landed nearby and later took off again. As we headed back to land, we crossed paths with a magnificent scarlet ibis and its mate. Amazing to see! We were very fortunate. Not everyone who goes to the santuario actually sees birds. The waters here are becoming warmer and saltier, so many of the fish that flamingos feed on are dying. In fact, the waters were filled with dead fish, along with a great deal of garbage. It's heart-breaking to see both the extreme poverty of the area and the tremendous amount of plastic, paper, styrofoam and glass debris everywhere. The people of the area and the santuario itself are in dire need of care, attention, and clean-up. Note that some food is available and we did find a bathroom to use, but services are very limited and rudimentary.

It takes like 40 min from Riohacha to get to Camarones and once you are there you face a crude reality.... a beautiful land scape with the most poor community ever living among a very dirty environment. Be prepared! Once you go throughout the community by walking they will be waiting for you to ride a rudimentary canoe that will take you to the Flamingos. It is very nice to see them up close and personal in their own habitat. They are beautiful! The Wayuus live out of fishing and tourism in this area even though their means are not the best they try to give you a good experience along the way. You must speak Spanish to do well in La Guajira. If you can take some rice, sugar, water or flour to give away instead of candys for the kids that will help the community much better.

Da Riohacha si arriva comodamente in circa mezz'ora, con escursioni o mezzi, in questo luogo incantevole. Si attraversa il piccolo pueblo con abitazioni in fango e legno e si arriva nei pressi della laguna. Sulle sue rive i bambini ti osservano, le pecore ti passeggiano intorno, gli uomini si dondolano sulle amache, le donne si adoperano per il pranzo. Siamo nella parte più a est della Colombia, terra degli indios Wayuu, con una cultura forte e difesa con caparbietà, che vivono in condizioni sicuramente precarie se guardati con gli occhi dell'occidente, ma che hanno case, scuole, leggi, credenze e una natura forte e volitiva. Siamo saliti sulla canoa scavata in un tronco di legno, manovrata da un ragazzo che dichiara il suo amore per lo studio mentre ti accompagna in un viaggio sull'acqua, spingendo la canoa con un palo che conficca nella sabbia del basso fondale. Si procede lentamente, ti chiedi come possa spostare l'imbarcazione con tre persone sopra, le sue braccia da adolescente sono però avvezze al lavoro e la sua conversazione brillante, intelligente, avvincente. Ci racconta alcune credenze religiose, alcuni fatti misteriosi successi nella sua comunità, con la consapevolezza di chi sa che potrebbe essere non creduto o mal giudicato, ma con la serenità di chi ha radici forti nella propria cultura. Si alza il vento sufficiente per far gonfiare le vela, fatta con sacchi, poi servono di nuovo le braccia... vedo il ragazzo che rema, continuando a sorridere, ma ho la sensazione di rimanere ferma. Adesso c'è silenzio sulla canoa e tutto intorno a noi... siamo un punto in mezzo all'acqua, equidistante dalla terra che si vede in lontananza da tutti i lati, sospesi in una dimensioni in cui perdi i confini del tempo e dello spazio. E' una sensazione strana ma splendida. Poi all'improvviso, vedi una grande macchia rosa che pian piano prende forma, si muove, si alza in volo. Sono loro, i fenicotteri, che dominano sulle altre presenze faunistiche: aironi, pellicani, uccelli dal becco a spatola... Si ritorna lentamente, si passeggia in una strada deserta, ornata da alberi ciascuno dei quali ha una funzione per i Wayuu, una proprietà medicinale. Si pranza in una comunità allegra gustando ottimo pesce, a due passi da un mare e una spiaggia meravigliosi. Se si amano i villaggi turistici, le barche a motore, il turismo di massa, se non si riesce a guardare la realtà con gli occhi di chi la vive ma solo con i propri, allora non bisogna venire in questo angolo del mondo, remoto e fantastico.

Como espectáculo de la naturaleza es inmejorable, pero hay tanta basura que da lástima. La ciénaga donde están los animales está relativamente limpia, pero la zona de la entrada donde están los restaurantes y algunas viviendas es muy sucia, sobretodo de cúmulos de bolsas y botellas de plástico. Si cuidaran un poco más esta zona sería perfecto.

alojarse en cabañas al lado de un mar virgen, ir por una laguna en una balsa de madera y ver los flamingos es un viaje que sobrepasa todos los esfuerzos que tienes que hacer para llegar allá.. es un mundo diferente que si te gusta la aventura no debes dejar de hacerlo

No me gustó para nada. Primero ni siquiera se puede acercar para verlos bien y segundo es una hora de ida en chalupa sin motor para ver 5 minutos los flamingos y de lejos. Mejor otro plan como visitar la ciudad.

Lugar o resguardos indigenas wayù que invitan a la meditaciòn; me tocò ver distante los flamencos rosados que su color se debe a su alimentaciòn, los camarones rosados y exóticos que cazan en las charcas y son lo mas exquisito que tiene el norte de Colombia. Recomiendo preguntar cuando se debe visitar para evitar sinsabores con las canoas y observarlos de cerca.

El parque nacional los flamencos ubicado en la población de Camarones cerca a la ciudad de Riohacha ofrece un bello paisaje donde se pueden apreciar los flamencos rosados. Para llegar hasta el parque se toma un transporte desde Riohacha el cual se puede concertar desde el hotel (muchos ofrecen el servicio) ademas que es económico o bien con las agencias de turismo locales que también ofrecen buenos paquetes y económicos. se aclara que la entrada como tal al parque no se paga, lo que se debe pagar es el servicio para llegar hasta el parque (trasporte y guia) hay quienes ofrecen comida incluida lo que hace mas llamativo.Un vez llegas a Camarones te encuentras con un pueblito pequeño y bonito, el parque de los flamencos queda a diez minutos y se realiza con un viaje en canoa la cual es guiada por un indigena wayuu quien te contextualiza de la importancia del parque para la cultura wayuu.El parque de los flamencos es un lugar maravilloso imperdible durante un viaje al departamento de la Guajira(Colombia),

muy rudimentario, pero con una zona de descanso con hamacas muy agradable. Para hacerse de conciencia ambiental y ver flamingos a lo lejos, junto con el tortugario

Fuimos en una época muy seca y el nivel del agua estaba muy bajo, por lo que el paseo en las barcas es muy lento (no se rema sino que se impulsa con un palo contra el lecho del mar), también los bajos niveles causan que los flamencos estén muy alejados, así que se ven pocos, No es muy fácil de llegar y no hay mucho por hacer más que ver los flamencos. Aburrido,

Se trata de un lugar denominado flamencos en donde se puede realizar un recorrido por canoa, en aguas marinas pandas, y visualizar a grupos de flamencos que se encuentran en el lugar, se pueden tomar buenas fotografias pero son muy pocos los animales de este tipo que se ven, el recorrido se dirige hasta un santuario de tortugas que tienen para conservacion de especies y habitat, en el recorrido en canoa es atractivo ya que son muy artesanales pero no se corre ningun riesgo y se pueden buscar ostras para consumirlas de inmediato, tambien existe lugar para hacer camping y/o cabañas para hospedarse, es un buen lugar para comenzar a conocer la baja Guajira.

Lugar a 30km de la ciudad de Riohacha, ideal para pasar el día, descansar, y hacer playa (cuidado con las aguasvivas), no pudimos visitar el parque porque debido a la sequía que azota la zona desde hace ya varios meses, no ha quedado ninguno, pero fue ideal para disfrutar de la playa. Cualquier taxi te lleva por 45.000 col y luego te trae de regreso a una hora estipulada. El pueblo de Camarones, es muy pobre pero lo gente muy agradable, almorzamos en el lugar de playa comidas típicas del lugar.

No queda ni un sólo flamingo en la zona, todos emigraron, dicen que por la sequía, pero diría que por la cantidad de basura alrededor. Muy honesto el guía que se acercó al llegar al punto de visita, nos dijo que no había nada que ver, que los flamingos se fueron y no valía la pena hacer ningún tour. Algún día espero regresar y ver los flamingos.

El tour en canoa se realiza con los aldeanos del lugar. Las lagunas son hermosas y ver los flamingos toda una experiencia. Buena idea llevar binoculares ya que por normas las canoas no se pueden acercar a menos de 100 metros. Mejor al amanecer o atardecer el avistamiento de aves. El santuario tiene muy buen acceso por carretera. Si va en vehículo particular no hace falta contratar un tour. Existe la opción de quedarse a pasar la noche.

Com certeza a melhor reserva de aves de toda a colombia,mais de 150 espécies de pássaros,alguns que eu jamais tinha visto.Se você é amante de fotos de animais e pássaros reserve alguns dias pelo menos,os flamingos e os patos cucharas são os mais bonitos,passeio é 10.