calatanazor

Estuvimos el 31 de diciembre de 2014. El lugar estaba totalmente desierto y tan sólo había algunas chimeneas humeantes. El frío era increíble, pero más lo es Calatañazor. Si te gusta visitar lugares con historia y que, además, mantienen el carácter medieval, esta visita es obligada. Aunque el pueblo sea sólo un par de calles, una iglesia y el esqueleto de un castillo, merece sobradamente la pena.No tuvimos problema para aparcar ya que estábamos solos. Suponemos que en épocas de mayor auge turístico habrá más problemas a la hora de dejar el coche ya que el espacio es bastante limitado.

Es un pueblo medieval bastante bien conservado. Como fui en laborable no había nadie y pude llegar con el coche hasta arriba.

El verdadero atractivo de este pueblecito es el haber sabido conservar la estructura de casas y calles que hacen que un paseo por el pueblo sea como un viaje al pasado. Cuando quieras ir de visita tienes que dejar el coche aparcado en las afueras y si es un día entresemana mucho mejor porque hay menos gente.

Hay que dejar el coche el los aparcamiento preparados a las afueras del pueblo ya que éste tiene calles estrechas. Desde luego es mucho mas bonito si vais a deshoras para que no haya mucha gente y poder hacer buenas fotos.Es genial que hayan conservado la contrucion de las casas en adobe y las calles empedradas.

No es muy grande el pueblo pero merece la pena visitarlo, pasear por sus calles es como hacer un viaje en el tiempo, la única pega que encontramos es que si no llevas un calzado cómodo sus calles empedradas te pueden destrozar los pies.

Calatañazor es un pequeñito pueblo de la provincia de Soria con un toque muy medieval, se puede dejar el coche a la entrada del pueblo y visitarlo andando por sus estrechas calles.En Calatañazor puedes disfrutar de unas bonitas vistas, está rodeador de prados y montañas, todo en plena naturaleza. En el pueblo puedes encontrar La Piedra del Abanico que es una piedra con un fósil de palmera y partes de la antigua muralla.Muy cerca del pueblo hay un bonito sabinar algunos de ellos centenarios.

Mientras recorría sus estrechas callejuelas me daba la impresión que el tiempo se había detenido y me encontraba en un pueblo fantasma. Es poco mas que una calle pero tiene su encanto. Algo a destacar que me resultó muy simpático y curioso fue la forma de las chimeneas. Nunca las había visto cónicas y por dentro son super originales. Me contaron al enseñármela que la vida se sitúa a su alrededor.

Íbamos camino a la fuentona y paramos en esta pequeña villa medieval, donde la mayoría de sus casas son de piedra. Como cosa curiosa son las chapas metálicas que hay en las chimeneas de algunas casas (son cónicas) para protegerse de llegada de la nieve en invierno. En la plaza mayor hay un fósil de una palmera con antigüedad entre 11 y 20 millones de años. En lo alto del pueblo tiene la torre del homenaje y parte de la muralla, restos de lo que fue el castillo del siglo XV.